LA MIEL DE ABEJA EN LA CULTURA MAYA
De acuerdo al estudio Mieles nativas de los Mayas, usos de ayer y hoy (2012), realizado por el Centro de Estudios Mayas del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, los Mayas tenían amplios conocimientos sobre entomología (parte de la zoología que estudia los insectos) y técnicas específicas para el cultivo de la miel de sus abejas nativas. Esto se supo gracias al Códice Madrid, también llamado Códice Trocortesiano, ¿pero qué es este Códice? El Códice Madrid es uno de los pocos códices Mayas que se conservan hoy en día; fue enviado a Europa durante la conquista y actualmente se resguarda en el Museo de América, en Madrid. En él se retratan algunos aspectos de la vida cotidiana que tenían los mayas de la Península de Yucatán.
El ilustrador de abejas.
Los científicos que han estudiado el Códice Madrid, saben que fue escrito e ilustrado por diferentes escribas. Uno de ellos, el escriba 9, el cual era una persona con profundos conocimientos sobre los insectos, el equivalente al entómologo de nuestros días. En este Códice, se hizo una identificación de figuras de abejas dibujadas, reconocida como la Melipona fulvipes. Una especie de abeja sin aguijón nativa de la península de Yucatán.
El escriba maya, dibujó los jobones (los troncos huecos en los que las abejas meliponas hacen su colmena), así como las estructuras de cera en las que se almacena la miel y otras estructuras de la colmena donde se crían las abejas e incluso las abejas reinas y las abejas zánganos. En el México prehispánico se cultivaban y aprovechaban las mieles en muchas regiones, tal como lo verifica el documento Matrícula de Tributos; en el que se observa que la zona de Guerrero entregaba cantaros de miel a Tenochtitlan, que recibía 400 ollas de miel al año.
El uso de la miel en la cultura Maya.
Personal del Centro de Estudios Mayas del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM ha estudiado documentos como el Chilam Balam de Chumayel y el Ritual de los Bacabes, ambos textos mayas escritos después de la conquista, en los cuales hay información sobre los usos de la miel en tiempos prehispánicos. En El Ritual de los Bacabes (libro de recetas médicas), los investigadores de la UNAM, encontraron que para cada tipo de enfermedades que distinguían los Mayas, hay al menos una receta a base de miel; ingrediente que según los Mayas, tenía el efecto benéfico de restaurar el equilibrio del organismo humano frente a la enfermedad.
En los mismos textos, se asevera que los Mayas utilizaban la palabra kinam (que en su lengua significa rigor, fuerza y fortaleza), para indicar el poder de las mieles para curar o restaurar el hun ol, el bienestar y la armonía de los corazones.
“La miel, era el producto natural más ampliamente utilizado en la medicina Maya, considerado un alimento del Sol, creador y regenerador, elaborado misteriosamente en el estómago de las abejas meliponas” señaló Genoveva Ocampo, investigadora del Centro de Estudios Mayas del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM.
La recetas contenidas en El Ritual de los Bacabes, revelan que los mayas utilizaban la miel de sus abejas meliponas para trastornos del aparato respiratorio, digestivo, circulatorio e inmunológico; para enfermedades de los ojos, los oídos, la piel, la boca y los órganos internos; así como para calmar las fiebres y en remedios para picaduras y mordeduras de animales venenosos como lagartos y serpientes. La empleaban también para aliviar el hambre de los ayunos forzados por la enfermedad y decían que aclaraba las ideas del enfermo y le daba esperanzas para combatir las dolencias.
Ceremonias con miel de abeja.
A partir del estudio de los usos de la miel en la cultura Maya, los investigadores del Centro de Estudios Mayas de la UNAM, documentaron la permanencia hasta nuestros días de un ritual que involucra el uso de mieles nativas y que había sido prohibido por la Inquisición durante la época de la Conquista en el siglo XVI; que tiene como objetivo el pedir lluvia, buenas cosechas, y salud para los dueños de las milpas y de toda la comunidad. Este ritual, involucra el preparar y beber un vino de miel, elaborado a base de mieles nativas, hojas de una planta llamada ha’bin, un jobón (el tronco donde las abejas meliponas hacen su colmena), candelas hechas con cera de Campeche y las raíces del árbol del balché.